Blogs Dominicanos

jueves, 22 de julio de 2010

Hace más de un año

Hola, hace más de un año que no escribo en mi blog, y es que dedicarse a escribir es una tarea que amerita tiempo y dedicación.

Hoy en un momento de ocio, decidí darle un vistazo a mi 'querido' blog y me encontré con mis viejas 'reflexiones y cuentos', una sonrisa se dibujó en mi rostro, y es que, aunque no cuento con seguidores, me produjo cierto sentimiento de gracia el leerme después de más de un año.

Definitivamente esto de escribir no es precisamente para mi, disfruto más leyendo lo que otros escriben. Si no puedo captar la atención de otros, por lo menos trataré de escribir algo, que sirva aunque sea para entretenerme.

Actualmente estoy empleado, gracias a Dios, pero es algo que puede cambiar, mi contrato vence próximamente. No obstante, siento una gran satisfacción de saber que Dios no me ha dado la espalda y de que cuando creo que las cosas se pueden poner difíciles, sale algo a flote de lo que me puedo auxiliar.

Esperemos a ver de qué seguiré escribiendo. Hay tantas ideas que todavía no organizo. Me gustaría escribir de tecnología, pero llego tan cansado a mi casa que simplemente no me quedan fuerzas para eso.

Me gustaría escribir de política, pero de inmediato me doy cuenta de que no voy a escribir sobre 'basura' y entonces desisto de esa idea.

En fin, ya veré de qué escribo.

No quiero tampoco poner fechas que no pueda cumplir, quiero ir de poco a poco hasta ver si por fin me puedo convertir en un verdadero bloger. El tiempo dirá.

viernes, 20 de febrero de 2009

Tiempos en los que vivimos

Primero, quiero pedirle excusas a los que de una manera u otra se han quedado esperando que siga escribiendo, estas semanas han sido largas y tediosas, he estado muy ocupado atendiendo otros asuntos. Pero, en fin... estoy de regreso.

 

Desde hace mucho he querido escribir algo que haga que los demás reflexionen un poco. Y creo que el momento es oportuno. Vivimos en tiempos en los que estamos a la espera de que el otro se equivoque, de que cometa el más mínimo desliz, para utilizarlo de carne de cañón, para entrarle como a la conga, para desquitarnos cualquier problema que tengamos y esto sin medir el daño, muchas veces irreparable, que causamos. Nos hemos convertido en entes hipócritas, insensibles ante la realidad, y en papagayos de la agenda particular de alguien más.

 

Hemos perdido el deseo de indagar, de informarnos antes de emitir un juicio de valor, de medir lo que vamos a decir. Prácticamente ya nada me causa sorpresa. Todo esto sumado a que vivimos en medio de una campaña de desinformación, de mentiras, de "entretenimiento" que lo único que persigue es cegarnos ante la realidad que nos rodea. Nos hemos convertido en un Circo. El problema es determinar de qué lado estamos, o somos el público que idiotizado observa, o somos los payasos, en ambos casos títeres de nuestros amos.

 

Gracias a Dios en medio de toda esta porquería, me siento un hombre feliz, porque a pesar de todo, en las mañanas cuando despierto lo hago al lado de la mujer que amo, porque voy a un empleo en el que no tengo al acecho a ningún "compañero" tratando de serrucharme el palo (joderme en otras palabras), porque gozo de salud, porque comparto con mis amigos.

 

Me ha tocado vivir en medio de esta pusilánime cúspide de la civilización, en donde la tecnología y la vida "moderna" nos han robado los valores humanos, los valores familiares. Pero aún así, me siento feliz, porque tengo una familia de la que me siento orgulloso, porque sacamos el tiempo para compartir los pequeños detalles.

 

Vivimos un momento en el que la gente actúa de mala fe, con la idea de joder al otro con la justificación de "protegerse" y sin medir las consecuencias de sus actos. Estamos en una jungla en donde el más fuerte jode al otro, tan sencillo como eso. Gracias a Dios me siento bien conmigo mismo porque nunca ha sido, y espero nunca cambiar, mi actitud la de joder al otro.

 

Al final, me queda una incógnita, qué será de las generaciones futuras.

 

Esto porque siempre recuerdo, estando en el colegio, como nos asediaban día a día con la famosa frase de “ustedes son la peor promoción que ha pasado por la historia de este colegio”. Recuerdo que eso fue hasta que un día estando con el titular de nuestra aula en medio de la clase le comenté sobre eso de que éramos la peor promoción que había pasado por el colegio, entonces aproveché y le dije que si éramos tan malos como ellos decían, el colegio tenía la mitad de la culpa por haber permitido que llegásemos hasta el final, por no haber tomado los correctivos de lugar.

 

Y retomo la pregunta, qué será de las generaciones futuras. Porque para como están las cosas hoy en día, nosotros éramos unos "chivitos" comparados con los "niños, niñas y adolescentes" que están subiendo hoy. Me da mucha pena escuchar los relatos de jóvenes entre 13 y 17 años, de las cosas que pasan en sus respectivos colegios. La cantidad de ladrones, de chivatos, de tramposos, de cueros, de maricones, de mentirosos, entre otros, que estamos criando sin saberlo y que no se están tomando los correctivos de lugar solo me hace volver a la misma pregunta, "qué será de las generaciones futuras".

 

Gracias a Dios, no todo está perdido, todavía queda la esperanza de un mejor mañana, todavía hay jóvenes valerosos. Te doy gracias Dios mío por PAT, a pesar de que hay veces que me saca la piedra con sus cosas, me doy cuenta de que es una niña sana. Solo te pido fuerzas para nunca fallarle, y paciencia para entenderla.

 

Para finalizar, no persigo con mis palabras herir a nadie, sino, simplemente que observen mejor lo que les rodea, tomen los correctivos de lugar, no jodan a nadie para que no los jodan a ustedes, actúen con astucia, no con mala fe, dedíquenle más tiempo a su familia, dedíquense más tiempo a ustedes mismos, no señalen a nadie, porque en ese momento tendrán a otros señalándolos a ustedes, vivan acorde a sus principios.

miércoles, 7 de enero de 2009

Un empleo

Obtener y conservar un buen empleo es una de los principales retos que tiene que enfrentar un profesional hoy en día. Unos dicen que es cuestión de preparación académica, otros que es cuestión de suerte, y hay quienes como yo que decimos que es cuestión de "estar pegao".


Es indudable que cada gobierno, dirigido por su respectivo partido político, tiene sus luces y sus sombras y si observamos los últimos 4 períodos gubernamentales (desde 1994 hasta la fecha) pudiésemos encontrar muchas similitudes. Por supuesto, cada uno con sus diferencias.


Hago la salvedad de 1994 porque fue la primera vez que voté y porque fue un hecho especial en nuestra historia, se redujo el período gubernamental a dos años, por un asunto politiquero que no viene al caso en este momento. Desde entonces, gobernó Leonel (1996-2000), Hipólito (2000-2004), Leonel (2004-2008) y se reelige Leonel.


Recuerdo que antes de votar por primera vez, ya había experimentado lo que era tener un empleo. Había trabajado en dos oportunidades antes de concluir el bachillerato, junio de 1989 y junio de 1990, ya para la época de las elecciones de 1994 tenía casi un año laborando.


Así transcurrió durante casi ocho largos años. Conservé mi empleo en el mismo lugar durante todo ese tiempo. Eso me permitió hacerme de un título profesional y de ampliar los conocimientos tomando diversos entrenamientos y diplomados.


Vivía relativamente cómodo, estaba soltero y el salario y uno que otro 'picoteo' me permitía darme ciertos gustos. Pero, como dicen por ahí "todo lo que sube, tarde o temprano se etralla" (perdonen la adaptación). Algunos chismecitos y envidias pudieron más y es cuando conozco lo que es estar desempleado, mayo del 2001.


En ese entonces ya tenía unos años viviendo por mi cuenta, o sea, que tenía que enfrentar yo solo mis responsabilidades. Gracias a Dios el desempleo duró poco, apenas dos meses y días. Entré a trabajar en una institución pública, descentralizada del Estado, julio del 2001.


A pesar de que tenía un salario un poco por encima del salario del empleo anterior, noté que los 'chelitos' no alcanzaban. Seguía llevando el mismo estilo de vida, comiendo lo mismo y haciendo lo mismo de siempre, entonces por qué esto me estaba pasando. En un momento les doy mis conclusiones al respecto.


Descubrí, casi de inmediato, lo que significa trabajar en una institución pública. Sinceramente le pido a Dios que siempre me allane el terrero para no tener que volver a trabajar en el sector público. Al cabo de dos años de estar laborando en este sitio, por cuestiones de índole político y coyuntural, saboreo nuevamente lo que es estar desempleado, en esta oportunidad no sería tan corto el transcurrir del tiempo, junio del 2003.


Tuvieron que pasar cuatro largos años de tormentoso desempleo, lógico, no fue que durante este tiempo me quedé de manos cruzadas, pude laborar el lugares informales y una que otra gente me tendió la mano. Pero la verdad es que tuve que convertirme en 'Tarzán de la Selva' y aprender a producir independientemente de tener un salario o no.


Creo que lo único bueno que saqué de esta amarga experiencia fue el no amilanarme ante las adversidades, sólo en estos momentos es que se sabe de qué es que uno está hecho.


Hoy en día tengo un empleo estable, con un salario cómodo que me permite, junto a mi esposa, ir construyendo un futuro.


Nótese, que a lo largo de este relato no he querido mencionar nombres de los lugares en donde estuve laborando en el pasado, y mucho menos no quise hacer juicios de valores sobre las diversas situaciones políticas que de una manera u otra me afectaron y afectaron al país.


Pero hay que ser justos y honestos, hay políticos que deberían quedarse en su campo haciendo las idioteces que hacen cuando llegan a la presidencia. No hace falta mencionar nombres, solo resta decirle a ese señor que no sueñe con volver, que muchos como yo no queremos más burros dirigiendo los destinos de nuestro país.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Historia de una familia -final-

...Continuación


Ernesto llegó a la vida de Sahira, y ella, sintió que con este nuevo hijo otra sería la historia, ella le había pedido a Dios que fuera varón, quizá con el deseo de que encontraría algo diferente a lo que eran sus dos primeros hijos.


Ernesto era un niño dócil, dulce y obediente. Se pudiera decir que al no haber más niños de la misma edad, no existía la posibilidad de experimentar las dificultades que había entre Robertico y Carlos.


Esta rivalidad latente llevó a Sahira a tomar medidas extremas. Hubo un momento en el que a Carlos le estaban dando unos ataques, en los que perdía el conocimiento y convulsionaba, los médicos se atrevieron a decirle a Sahira que el muchacho era epiléptico. Después de mucho averiguar y de muchas visitas a diferentes médicos, se determina que Carlos estaba reaccionando de esa manera por el stress al que se veía sometido por la tensa relación con su hermano mayor.


A raíz de esta situación Sahira decide separar a los conflictivos hermanos, enviándolos a diferentes Colegios Internados y así poder subsanar por un tiempo la tediosa relación entre ellos.


Mientras tanto, Ernesto, que siempre fue un niño dócil y obediente, manifestaba la necesidad de estar de su padre. Hubo muchos episodios de tristeza en Ernesto, a veces por el solo hecho de que su papá le dijera que lo iba a buscar para llevarlo a pasear y que lo dejara esperando. Este sería uno de los matices que caracterizarían la vida de Ernesto. Más tarde sería esto un detonante en un cambio de actitud de Ernesto.


Han pasado ya casi siete años desde que Sahira se dejó de Martín, ella se ha concentrado en su trabajo, que era bastante absorbente, y en lidiar sus hijos, pero la soledad es mala compañera y Sahira por error o por necesidad vuelve a involucrarse con un hombre casado. En esta ocasión la relación sería más larga y las decisiones que Sahira tomaría en los años venideros trazarían el desenlace final de esta historia. 


Juan es el nombre de este nuevo personaje, él sería el compañero de Sahira para bien o para mal. Juan era un hombre sumamente trabajador, con un alto sentido de la responsabilidad, y con muchas virtudes y cualidades propias de un buen marido. Quizá por compromiso no se divorciaba, ya que su esposa era una mujer enferma, postrada en cama y Juan no quería, con un divorcio, hacerle daño a su hijo más pequeño.


En fin, en medio de la situación que le rodeaba, Sahira, huyéndole a iniciar una relación con otro hombre casado, decide poner a Ernesto en un colegio internado e irse del país. Algo que sería devastador para Ernesto que todavía no cumplía los ocho años de edad y que siempre fue un niño dulce y obediente.


A fin de cuentas Sahira regresa al país y se involucra en una relación que duraría veinte largos años.


Retomando el propósito original de esta historia, hoy en día los tres hermanos, criados por la misma madre, son tres individuos completamente diferentes, ni siquiera hay rasgos similares entre ellos. Uno de ellos vive en el extranjero, otro ha estado preso por drogas y no se sabe su paradero y el otro... dejo que ustedes decidan el destino del otro.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Historia de una familia -2da parte-

...Continuación

 

Sahira era una mujer sumamente trabajadora, luchadora interminable. Pero esto no sería suficiente para poder enfrentar lo que venía.

 

Era tan evidente que Robertico se sentía desplazado por Carlos que todavía siendo muy pequeños, con 4 y 3 años de edad respectivamente, hubo un incidente que marcaría quizá el inicio de muchos otros eventos en la vida de estos dos niños.

 

En esa oportunidad, en el patio de la casa, había un anafe con una cubeta de aluminio, hirviendo a todo vapor, llena de ropa blanca. Se habituaba siempre hervir la ropa blanca para descurtirla, esa era una práctica muy común en esa época.

 

También era muy común regalarle a los niños los famosos revólveres de vaqueros del viejo oeste, a lo John Wayne, con todo y cananas. Bien, es cuando nuestro Robertico se dispone a tomar su revólver y poner el cañón dentro de los carbones del anafe. Ya ustedes se estarán imaginando por dónde viene el asunto. Efectivamente, cuando aquel cañón estaba al rojo vivo, procedió como cualquier vaquero del viejo oeste a marcar a su res preferida, sí, a su hermanito en una nalga.

 

Muchos se preguntarán, “...pero y cómo es esto posible?”. Bueno así de sencillo, no valió que Sahira se esmerara en darle un trato igualitario a los dos hermanitos, les compraba los mismos juguetes, la misma ropa, les servía la misma cantidad de comida, si uno de los niños cumplía años se les cantaba el ‘Happy Birthday’ a los dos, recibían regalos los dos, en fin, una verdadera proeza por tratar de que los niños se entendieran.

 

En medio de esta situación Sahira conoce a Martín, el hombre del que se enamoraría perdida y desmedidamente.

 

Hablemos un poco de este nuevo personaje. Martín era un hombre emprendedor, trabajador, con una extensa preparación académica. Un hombre de los de antes, guapos y cojonudos, de los que ya se han extinguido. Un hombre galante con las mujeres, con aire de Rubirosa. Con una cómoda posición económica. Pero tenía un defecto, era un hombre casado.

 

Bien, quizá para muchos esto no es una cuestión de importancia, pero para la formación que Sahira había recibido, esto resultaba inaceptable. Pero, lógico, el tiempo, el verbo, los detalles y la electrizante presencia de Martín junto a la soledad de Sahira se encargarían de obviar este incómodo detalle.

 

En efecto, cuando un hombre y una mujer están juntos lo más seguro es que eventualmente vendrá una nueva vida a este mundo. Después de casi diez largos años, después de los cuentos que los hombres le dicen a las mujeres, después de muchos sinsabores, ya casi al final de su relación, Sahira queda embarazada y llega a nuestra historia Ernesto, un nuevo hijo.

 

El desenlace de esta historia será en la próxima entrada...

jueves, 18 de diciembre de 2008

Historia de una familia

La siguiente historia es real, los nombres son ficticios, el mensaje es evidente: "La crianza no determina en un 100% lo que seremos en el futuro".


El año es el 1959, en Santo Domingo. Todo empezó con Sahira, una joven mujer de 21 años, criada en un ambiente humilde, de muchos valores humanos, pero, a manos de su abuela una señora que por su condición de mujer sola, estaba revestida de un carácter recalcitrante. Sahira tuvo que criarse en este ambiente porque su padre, militar en la época de Trujillo, obedeciendo "órdenes superiores", se vio en la obligación de dejarse de la madre de Sahira y contraer matrimonio con la hija de un alto mando militar, en fin, la madre de Sahira presa de un enorme dolor se fue del país dejando atrás a su pequeña hija. Sahira creció siendo una estudiante brillante, una joven con un alto concepto de la responsabilidad, y con una belleza incomparable.


Se convirtió en una bella mujer, pero siempre con el dolor de no haber tenido una familia como ella hubiese deseado. Fruto de ese mismo dolor y de verse sola en un mundo dirigido por hombres es que Sahira decide casarse a temprana edad, con un hombre que ella entendía que la ayudaría a tener la familia que ella tanto deseaba. Este hombre, Roberto, era un hombre de buenos sentimientos, con poca preparación académica, pero muy trabajador. Era medio "caco caliente" el amigo, lo que haría que en su momento la pareja tuviese que salir del país rumbo a Estados Unidos.


Después de estar en Estados Unidos, y de pasar todas las vicisitudes que ustedes pudieran imaginarse, propias de una pareja de inmigrantes, nace Roberto Junior, que de ahora en adelante le llamaremos Robertico, para poderlo diferenciar de su padre. Después de un tiempo, ya habían ajusticiado a Trujillo y las cosas aparentemente estaban más tranquilas en Santo Domingo, y es cuando nuestra familia, por decisión de Sahira, regresan al país. Roberto era un hombre un tanto conservador y hasta a veces con poca iniciativa, lo que hacía que Sahira tuviese un papel protagónico en muchas de las decisiones que se tomaban.


Ya estando en Santo Domingo, nuestra familia decide traer al mundo una nueva vida, Carlos, un hermano para Robertico. Había un detalle que se convertiría en la manzana de la discordia en años venideros, Robertico tenía un parecido enorme con su padre y Carlos se inclinaba más a las facciones de la familia de Sahira, bien, esto haría que hubiese una predilección por parte de Roberto por su primogénito, pero no todo estaba en contra de Carlos, resultó ser que le caía bien a la gente por ser tranquilo, por tener un colorcito y un pelo que lo convertían en un "niño lindo". Esto, junto a lo que las amistades de la familia decía de ambos niños, eventualmente levantaría celos entre los hermanitos.


Ya para 1965, luego de haber estallado la famosa "Revolución", Sahira, después de mucho pensarlo, se divorcia de Roberto, quedando como madre soltera y con dos niños pequeños. En medio de esta situación, Sahira sentía que se llevaba el mundo por delante, nunca pasó por su mente lo que los años le deparaban.


Continuará...

lunes, 15 de diciembre de 2008

¿Quién nos defiende?

La semana pasada hice un comentario público en una red de egresados de la promoción 1992 del Colegio Dominicano De La Salle a la cual pertenezco. El comentario consistía en una queja por el servicio recibido por parte de una compañía de televisión por cable, en esa oportunidad utilicé el nombre de la compañía en cuestión, a partir de este momento me referiré a ella como Compañía X. De inmediato recibí la advertencia de uno de mis compañeros de que emitir juicios de valor podía meterme en problemas, porque al mencionar nombres me hacía pasible de ser demandado por difamación. Hubo otro de mis compañeros que dijo que no era así porque lo que yo estaba diciendo no era mentira. Bien, a fin de cuentas decidí retractarme de haber dicho lo que dije con respecto a la Compañía X, pero mantuve mi "encojonamiento" porque a pesar de todo me sentía lesionado (todavía me siento así). Todo esto fue el viernes.

El sábado me desperté al lado de mi esposa, me sentí el hombre más feliz de la tierra. Qué les puedo decir, estoy enamorado de mi mujer. Bueno, hicimos unas cuantas diligencias domésticas, propias de aquellos que durante la semana no pueden porque sus obligaciones de trabajo no les dejan tiempo. Llegó la hora del almuerzo, la respectiva siesta después de almorzar, en la tarde salimos a la calle a concluir con algunas diligencias pendientes y luego decidimos irnos a "andar", nos paramos en un sitio a picar algo en la Lope de Vega. Seguimos nuestro rumbo y terminamos en una tienda de zapatos para mujer en la Churchill. Hacía días que venía escuchando a mi mujer quejándose de que los zapatos de trabajar la estaban matando. Salimos de la tienda y decidimos que iríamos al cine, fuimos a Bella Vista Mall, estando ahí dimos una vuelta, eran las 8:20 de la noche y la película ya había empezado así que decidimos quedarnos en la plaza hasta la próxima tanda. En fin, entramos a una de las tiendas a ver lo que había, después de un rato bajamos a la primera planta, vimos unas peceras enormes y chulísimas, y nos encontramos con un stand de una compañía de televisión por cable, competencia de la Compañía X. Bueno, para no hacer muy largo el cuento, después de ver en qué consistía la promoción, les manifiesto mi queja (con respecto a la Compañía X), sin mencionar el nombre de la compañía, e identificaron inmediatamente a qué compañía me estaba refiriendo. Bueno, ahí pasó el evento. Me senté con mi mujer a beberme un cafecito en el área de comida de la plaza, llegó la hora de la película y todo siguió su rumbo. El domingo pasó sin muchos sobresaltos, más andadera en la calle.

Hoy lunes accedí a la Web con la idea de leer qué hay de nuevo. Me encuentro con "el periodista irakí que le lanzó sus zapatos al presidente Bush que estaba en visita sorpresa en Irak", jajajaja lástima que falló, sigo leyendo, entro a http://cristalycolores.blogspot.com y me encuentro con:


Si un cliente le falla al banco, es una falta imperdonable que tendrá que pagarla con todos los intereses que les puedan agregar y muy probablemetne de manera compulsiva; mientras, si el banco falla, como en este caso, con una falta verdaderamente grave que atenta contra la estabilidad emocional y de existencia de los afectados, quizás se reciba, cuanto mucho, un "Excúsenos".

Después de leer todo el artículo, recordé mi sentimiento del viernes pasado, lo que me dijo mi compañero con respecto a no mencionar nombres por el asunto de la difamación, y me vino a la mente... Entonces ¿quién nos defiente?

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cambio de actitud

Soy de los que cree que muchos de nuestros problemas como pueblo tienen que ver con la forma en que nos comportamos, nuestra actitud deja mucho que desear.

Estamos sufriendo de un mal terrible, una insensibilidad de proporciones inmensas. Nos hemos vuelto insensibles ante el desorden en el que vivimos. Diariamente vemos el deterioro de nuestros valores, de nuestras tradiciones y de nuestras costumbres, y lo peor de todo es que parece no importarnos. De vez en cuando observo y escucho a la gente quejándose de variadas situaciones, algunos plantean "soluciones" que en el fondo saben que no son del todo factibles. Pienso que la primera solución la tenemos en la palma de la mano. Debe haber un cambio de actitud, empezando por nosotros mismos, como individuos. Creo que con esto estaríamos dando un gran paso de avance.

Si estamos conduciendo en nuestro vehículo, respetemos las leyes de tránsito, no manejemos temerariamente, aunque otros lo hagan. No bajemos el cristal del vehículo a vociferar improperios cuando otra persona haga algo que entendamos que nos perjudica, la situación no se va a resolver, al contrario, puede ponerse peor.

Debemos luchar por defender lo que nos pertenece. Nuestros derechos, nuestra identidad como pueblo, nuestra tierra, nuestra niñez. Debemos dar el primer paso, si nos sentamos a pensar que otros que han dado el primer paso no llegaron a nada, entonces todo se perdió.

Las leyes están ahí, el problema es que muy pocos la conocen, y de esos casi ninguno está en actitud de "tirarse la vaina" de dar el primer paso y hacer valer lo que le pertenece. Debemos cambiar de actitud, de manera eficaz, de manera constructiva.

Hay que invertir más en educación, en salud, en garantías para la gente. Me gustaría ver un día una manifestación pública a favor de que se invierta más en educación. Pero una manifestación pacífica, no los desórdenes que les encanta hacer a la gente de FENATRANO. Una manifestación que verdaderamente haga que los que dirigen los destinos del país reaccionen.

Para todo eso tenemos que primero cambiar de actitud nosotros. Después tenemos que unirnos en un bien común... nuestro país. Cero partidismos, cero facciones.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Un pequeño aporte!

Desde hace tiempo he visitado otros blogs y he visto cómo cada uno aborda los más diversos temas. Se enfocan en cuestiones de índole político, en quejas, en farándula, en temas sociales, educativos, entre otros. Quiero hacer de este espacio algo diferente, escribiendo con un lenguaje simple, lo que diariamente veo y lo que pienso sobre diversos temas. No pretendo con esto banagloriarme y mucho menos creerme mejor que los demás. Simplemente quiero hacer un aporte.

Trataré de escribirles con la regularidad que este compromiso amerita. Los lunes y jueves sería un buen comienzo. Mañana empezaré.

Bienvenid@s!

Quiero darles la bienvenida a todos y todas.

Gracias por tomar un pequeño espacio de tiempo para visitar este humilde intento de compartir lo que pienso y lo que veo.