lunes, 29 de diciembre de 2008
Historia de una familia -final-
lunes, 22 de diciembre de 2008
Historia de una familia -2da parte-
...Continuación
Sahira era una mujer sumamente trabajadora, luchadora interminable. Pero esto no sería suficiente para poder enfrentar lo que venía.
Era tan evidente que Robertico se sentía desplazado por Carlos que todavía siendo muy pequeños, con 4 y 3 años de edad respectivamente, hubo un incidente que marcaría quizá el inicio de muchos otros eventos en la vida de estos dos niños.
En esa oportunidad, en el patio de la casa, había un anafe con una cubeta de aluminio, hirviendo a todo vapor, llena de ropa blanca. Se habituaba siempre hervir la ropa blanca para descurtirla, esa era una práctica muy común en esa época.
También era muy común regalarle a los niños los famosos revólveres de vaqueros del viejo oeste, a lo John Wayne, con todo y cananas. Bien, es cuando nuestro Robertico se dispone a tomar su revólver y poner el cañón dentro de los carbones del anafe. Ya ustedes se estarán imaginando por dónde viene el asunto. Efectivamente, cuando aquel cañón estaba al rojo vivo, procedió como cualquier vaquero del viejo oeste a marcar a su res preferida, sí, a su hermanito en una nalga.
Muchos se preguntarán, “...pero y cómo es esto posible?”. Bueno así de sencillo, no valió que Sahira se esmerara en darle un trato igualitario a los dos hermanitos, les compraba los mismos juguetes, la misma ropa, les servía la misma cantidad de comida, si uno de los niños cumplía años se les cantaba el ‘Happy Birthday’ a los dos, recibían regalos los dos, en fin, una verdadera proeza por tratar de que los niños se entendieran.
En medio de esta situación Sahira conoce a Martín, el hombre del que se enamoraría perdida y desmedidamente.
Hablemos un poco de este nuevo personaje. Martín era un hombre emprendedor, trabajador, con una extensa preparación académica. Un hombre de los de antes, guapos y cojonudos, de los que ya se han extinguido. Un hombre galante con las mujeres, con aire de Rubirosa. Con una cómoda posición económica. Pero tenía un defecto, era un hombre casado.
Bien, quizá para muchos esto no es una cuestión de importancia, pero para la formación que Sahira había recibido, esto resultaba inaceptable. Pero, lógico, el tiempo, el verbo, los detalles y la electrizante presencia de Martín junto a la soledad de Sahira se encargarían de obviar este incómodo detalle.
En efecto, cuando un hombre y una mujer están juntos lo más seguro es que eventualmente vendrá una nueva vida a este mundo. Después de casi diez largos años, después de los cuentos que los hombres le dicen a las mujeres, después de muchos sinsabores, ya casi al final de su relación, Sahira queda embarazada y llega a nuestra historia Ernesto, un nuevo hijo.
jueves, 18 de diciembre de 2008
Historia de una familia
El año es el 1959, en Santo Domingo. Todo empezó con Sahira, una joven mujer de 21 años, criada en un ambiente humilde, de muchos valores humanos, pero, a manos de su abuela una señora que por su condición de mujer sola, estaba revestida de un carácter recalcitrante. Sahira tuvo que criarse en este ambiente porque su padre, militar en la época de Trujillo, obedeciendo "órdenes superiores", se vio en la obligación de dejarse de la madre de Sahira y contraer matrimonio con la hija de un alto mando militar, en fin, la madre de Sahira presa de un enorme dolor se fue del país dejando atrás a su pequeña hija. Sahira creció siendo una estudiante brillante, una joven con un alto concepto de la responsabilidad, y con una belleza incomparable.
Se convirtió en una bella mujer, pero siempre con el dolor de no haber tenido una familia como ella hubiese deseado. Fruto de ese mismo dolor y de verse sola en un mundo dirigido por hombres es que Sahira decide casarse a temprana edad, con un hombre que ella entendía que la ayudaría a tener la familia que ella tanto deseaba. Este hombre, Roberto, era un hombre de buenos sentimientos, con poca preparación académica, pero muy trabajador. Era medio "caco caliente" el amigo, lo que haría que en su momento la pareja tuviese que salir del país rumbo a Estados Unidos.
Después de estar en Estados Unidos, y de pasar todas las vicisitudes que ustedes pudieran imaginarse, propias de una pareja de inmigrantes, nace Roberto Junior, que de ahora en adelante le llamaremos Robertico, para poderlo diferenciar de su padre. Después de un tiempo, ya habían ajusticiado a Trujillo y las cosas aparentemente estaban más tranquilas en Santo Domingo, y es cuando nuestra familia, por decisión de Sahira, regresan al país. Roberto era un hombre un tanto conservador y hasta a veces con poca iniciativa, lo que hacía que Sahira tuviese un papel protagónico en muchas de las decisiones que se tomaban.
Ya estando en Santo Domingo, nuestra familia decide traer al mundo una nueva vida, Carlos, un hermano para Robertico. Había un detalle que se convertiría en la manzana de la discordia en años venideros, Robertico tenía un parecido enorme con su padre y Carlos se inclinaba más a las facciones de la familia de Sahira, bien, esto haría que hubiese una predilección por parte de Roberto por su primogénito, pero no todo estaba en contra de Carlos, resultó ser que le caía bien a la gente por ser tranquilo, por tener un colorcito y un pelo que lo convertían en un "niño lindo". Esto, junto a lo que las amistades de la familia decía de ambos niños, eventualmente levantaría celos entre los hermanitos.
Ya para 1965, luego de haber estallado la famosa "Revolución", Sahira, después de mucho pensarlo, se divorcia de Roberto, quedando como madre soltera y con dos niños pequeños. En medio de esta situación, Sahira sentía que se llevaba el mundo por delante, nunca pasó por su mente lo que los años le deparaban.
Continuará...